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Si mi madre tuviera un blog...

Mi madre

Cuando mi madre me cacho "moliendo el chocolate"

Cuando mi madre me cacho "moliendo el chocolate" Cuando era chiquito era natural, ustedes saben, agarrarse la cosita y moverle tantito porque es que, si, me perdonaran, pero se sentia muy rico. A mi me relajaba, estarle moviendo ahi hasta que me aburriera y me ocupara en jugar con otra cosa. ¿Se acuerdan del juguete del hombre del millón de dolares? de que era la mitad transparente, para demostrar sus partes biónicas. o los gi joe. Andaba yo en pleno vietnam y entre vietnam y mi pene. En ese entonces, no habia mucha diferencia.

un niño chiquito, jocoso y jacarandoso.

El paso siguiente fue descubrir las piernas de las niñas en faldas y los símbolos sexuales. No me negarán que María Félix, de joven, era una bomba de sexualidad andando. La tele, mi fiel compañera, en esos años me enseño a Lucia Mendez y a Veronica Castro (antes de convertirse en la mujer que dice que no se quiere poner colágeno porque quiere demostrar al mundo su recién adquirida vejez). En lo internacional, tendríamos a la siempre amada Sofía Loren, Raquel Welch y todas las chica Bond que pudieran haber para moverle a nuestro deseo masturbatorio.

Marilyn Monroe a pesar que fue antes de mi epoca ocupará un lugar especial en mi ... corazón.

En mi caso, estaba Karelia. una niña que usaba falda y blusas muy ligeras. Una vez jugando le jale de más la blusa y madre de Dios, estaba viendo senos desarrollandose. Me impacte, de veras me impacte y ese dia en el silencio, mientras caminaba a mi casa con mi mochila al hombro y mi luncherita de Astroboy, me senti hombre.

Habia visto senos por primera vez. como no iba a ser hombre. Me encerre en mi cuarto y fue como si me descubrieran el metodo, darle hasta que no hubiera mas. Nada de aburrirse, no no no. Y en los senos recien descubiertos, fue como si le jalara la blusa a las chicas Bond y les descubriera el Eden, las piernas de mayas de cuadritos de Marilyn portaban sentido, Maria Felix y sus ojazos me enseñaron el camino. Parecía taladro industrial, no les miento.

El problema de ser niño es que vives con tus padres y mi mamá entró para llamarme a comer. Me cacho con los pantalones en los muslos, el calzón abajo y los ojitos en blanco. Medio acostado en la cama con la cosa apuntandole directamente en la cara. No, no es uno de los recuerdos más gratos. Cuando me di cuenta, fue como ver sus reacciones armarse en camara lenta, primero sus ojos se agrandaron, su boca se hizo una o y su mano se movio a cuadro por segundo en señal de sorpresita. Parpadeo muchas veces antes de poder decir algo: "Con que moliendo el chocolate, mijito".

Cerró la puerta y yo me vesti, baje a comer como pude y ese dia, comimos mi madre, mi padre y yo en un silencio casi sepulcral.

Mi padre nos miro a los dos, sabia que algo habia sucedido.

"¿Qué pasa aquí? ¿Por qué tan calladitos?" preguntó papá.

"Evelio, tu hijo ya se esta haciendo hombre" y mi madre estuvo a punto de soltar una lagrimita.

Asi aprendi que si me largaba de mi casa era para poder jalarmela agusto. Ese fue mi primer pensamiento de independencia a los once años.

Hoy, lo he logrado. Y ya no me la jalo, ya tengo a mi querida Virginia para arreglar los asuntos del libido. De vez en cuando, si me entra la nostalgia y me encierro en la regadera y hago lo correspondiente, ¿pues qué?

Con Virginia, pues si retozamos agusto, como animalitos campestres. Disfrutamos lo que tenemos, el problema, ja, el problema... es que mi madre toca la puerta del departamento en los momentos adecuados. Aprendió a tocar la puerta, ya que una vez entró al departamento usando la llave, que pendejamente le di y nos vio a Virginia y a mi, en pleno calentamiento.

Sonrio mi mama, como recordando viejos tiempos y los ojos se le hicieron agüita. Cerro la puerta y no regreso hasta entrada la noche.

Las medicinas y mi mamá.

Todo se arregla con chochos dice mi mama nerviosa cuando caminamos ella y yo para entrar al consultorio de Vargas. De veras hijito, todo se arregla con chochos. Simona la cacariza, simon pastel. Y yo me case con laura hace años. Es lo mismo de todas las veces, ponerle su correa a mi mama y jalarle duro que si no se escapa.

Una vez, ella se bajo corriendo en otra estacion del metro y no la volvi a ver hasta la noche. Es inaudito, señoras y señores, es mi madre. Ya en la noche me enseño un tubo con unas pastillitas homeopatas y me dice: hijo, esto arregla la diabetes, el cancer y la gonorrea.

Mi mama no sabe a ciencia cierta que es la gonorrea, casi me muero de risa y me pongo a llorar al mismo tiempo. Desde entonces, me aseguro que el coche no este en el taller y le pongo el seguro para niños.

me lleve uno de los chochitos a la boca y como siempre, bolitas de azucar con algo parecido a alcohol. Por supuesto que curan la diabetes y laurita y yo tuvimos cuatro hijos, como ella queria. Le quise quitar los chochos pero mi madre linda, hizo una actuacion digna de Maria Felix y Dolores del Rio. Esta bien le dije, te tomas tus chochos pero tambien me acompañas a ver al Doctor Vargas.

Estuvimos de acuerdo. Desde entonces, es la cantaleta de los chochos cada vez que vamos a ver al doctor Vargas.

Y cuando no son los chochos, mamá abre los ojos redondos como un buho y me dice: es que vieras como me mira el doctor hijo... me desnuda con la mirada. Yo creo que Vargas un dia me va a anestesiar y me va a violar hijo. Y ni siquiera te vas a enterar porque no voy a poder gritar. ¿Es qué no temes que manchen el honor de tu madre?

El doctor Vargas es un señor de unos 76 o 77 años, y siempre ha sido el doctor de la familia. Si no le respondo a mi mamá con un: "Pero si es el que cuidó a papá", le digo un: "Ay mamá, al pobre seguro ni se le para la pistola". Ademas al doctor siempre le han gustado las jovencitas, me he enterado de unos casos donde las señoras ya no llevan a sus hijas, pero no se lo he dicho a mi mamá porque ella se cree quinceañera de veinticinco y así le daría la razón.

Como ya es costumbre, me desvie del tema. Estaba con que lleve a mi jefecita al medico y con lo de los chochos. La espere afuera, con la secretaria gorda y llena de maquillaje mirandome. He estado pensando en cambiar de medico, no me agrada la sobrina del doctor como secre. Me mira feo y hace caras cuando cree que no la estoy viendo. Le hace caras a todos, no solo a mi. Responde con una voz gruesa e impersonal, antes la secretaria era Estelita y ella si era un pan de dios. Atenta y amable.

Una hora de aguantar a la gorda de Marina, mientras habría su paquetito de Pingüinos Marinela, pastelitos de chocolate. Mi madre al estar esperando su turno, se los comió con la mirada... pero le daba miedo el tiburon detras del escritorio.

El doctor Vargas la llamo y me espere esa hora. Marina, yo y otras dos gentes. Temiamos que se acabara los pingüinos y empezara con nosotros.

Cuando salio mi madre, escuche al Doctor Vargas decirle que se encontraba en excelente estado, que se habia pasado por unos cuantos puntos lo de la azucar y que estaba cuidando bien lo de la presion. Que se mantuviera activa y no comiera pastelitos de mas. Cuando dijo eso, estela se lamia la crema de los labios. Mi madre escucho eso, miro a la gorda y salio echa una bala.

La segui y alcanze a escucharle: "Par de puercos. Ya quisiera el pendejo". Juro que a veces no se si llorarle o reirle.

Pan de Dulce

Pan de Dulce A mi madre le gusta mucho el pan de dulce, si quisiera, solo tendría que poner un veneno para ratas.
no se asusten, amo a mi mamá.

¿Se acuerdan de la famosa frase para aprender el ma-me-mi-mo-mu?

Mi mamá me mima mucho.
Me mima mucho mi mamá.
Ma mime chomu má mime.

En fin. Me desvié del tema.

El problema es que no puedo dejar que mi mamá coma pan de dulce, es diabética.
Antes no comía azúcar, antes el pan de dulce era un lujo. El hoy debo perseguirle para que no coma dulce.

Siempre voy corriendo tras ella, la correteo y le digo como se le dice a un animalito: "NO!".
Me mira con ojitos de regalito, los hace chiquitos chiquitos. Pero su boca es otra historia. Se abre grandísima como la de un tiburón y se come los kilos de azúcar de un bocado.

A pesar de las fantasías malsanas y los problemas que tengo con ella, quiero a mi madre.
Ah si, como quiero mucho a esa mujer.

Mañana la tengo que llevar con el doctor vargas.
Nomás es un chequeo.

Advertencia

Es muy sencillo.

No tengo ninguna pretensión literaria.
No pienso hablar de tecnología.
No pienso hablar de otros blogs, ni criticarlos o halagarlos.
No pienso hablar de lo que está de moda o no.
No hablaré de otros aspectos de mi vida. Este será un altar a mi mamá.

A quien le parezca bien. A mi me encanta leer altares al ego y otras cosas.
A quien no tambien. Hay otras opciones y deje varias.

Sólo pienso hablar de mi madre y como afecta mi vida.

Para que comprendan la dimensión de esto me tomé la libertad de hacer una lista que va más o menos así.

-> Si mi madre tuviera un blog

* hablaría de Laurita la de hace años y puntualizaría las diferencias que hay entre ella y Virginia. Mamá no comprende la diferencia entre carne fresca y carne perdida.
* haría cartas para Don Ramón. El que puso la panadería en la privada.
* o cartas a Andrés Manuel Lopez-Obrador, a quien admira profundamente.
* recordaría aquellos tiempos en los que trabajó de mesera en un bar de mala muerte, en el centro de la Ciudad de México.
* platicaría de lo guapo que era y lo feo que me puse.
* diría que de mi padre no tengo nada, y escribiría acerca de aquel señor que en paz descanse.
* narraría interminables anécdotas de cuando hacía mis disfrazes para Halloween. No, no era ni vampiro, ni hombre lobo, ni siquiera león. Pero si fui lo más cercano a un astronauta (cargando un disfraz de 25 kilos o más), fui indígena (un taparrabos nada más, ¡no se vale!), fui clavel, rosa y girasol (en tres halloweens distintos). Y hay fotos, de cada uno de ellos.
* platicaría de la primera vez que me agarró masturbándome y dijo: "¡Con qué moliéndole el chocolate, hijo!"
* escribiría la historia de cada uno de sus elefantitos de porcelana...
* y cada una de los gatos también.

Sobra decir, que si mi madre tuviera un blog, entraría a internet y le enviaría comentarios anónimos, para que deje de conectarse en su vida.

Esta es la bienvenida, y hoy empieza: "Si mi madre tuviera un blog..."