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Si mi madre tuviera un blog...

Las medicinas y mi mamá.

Todo se arregla con chochos dice mi mama nerviosa cuando caminamos ella y yo para entrar al consultorio de Vargas. De veras hijito, todo se arregla con chochos. Simona la cacariza, simon pastel. Y yo me case con laura hace años. Es lo mismo de todas las veces, ponerle su correa a mi mama y jalarle duro que si no se escapa.

Una vez, ella se bajo corriendo en otra estacion del metro y no la volvi a ver hasta la noche. Es inaudito, señoras y señores, es mi madre. Ya en la noche me enseño un tubo con unas pastillitas homeopatas y me dice: hijo, esto arregla la diabetes, el cancer y la gonorrea.

Mi mama no sabe a ciencia cierta que es la gonorrea, casi me muero de risa y me pongo a llorar al mismo tiempo. Desde entonces, me aseguro que el coche no este en el taller y le pongo el seguro para niños.

me lleve uno de los chochitos a la boca y como siempre, bolitas de azucar con algo parecido a alcohol. Por supuesto que curan la diabetes y laurita y yo tuvimos cuatro hijos, como ella queria. Le quise quitar los chochos pero mi madre linda, hizo una actuacion digna de Maria Felix y Dolores del Rio. Esta bien le dije, te tomas tus chochos pero tambien me acompañas a ver al Doctor Vargas.

Estuvimos de acuerdo. Desde entonces, es la cantaleta de los chochos cada vez que vamos a ver al doctor Vargas.

Y cuando no son los chochos, mamá abre los ojos redondos como un buho y me dice: es que vieras como me mira el doctor hijo... me desnuda con la mirada. Yo creo que Vargas un dia me va a anestesiar y me va a violar hijo. Y ni siquiera te vas a enterar porque no voy a poder gritar. ¿Es qué no temes que manchen el honor de tu madre?

El doctor Vargas es un señor de unos 76 o 77 años, y siempre ha sido el doctor de la familia. Si no le respondo a mi mamá con un: "Pero si es el que cuidó a papá", le digo un: "Ay mamá, al pobre seguro ni se le para la pistola". Ademas al doctor siempre le han gustado las jovencitas, me he enterado de unos casos donde las señoras ya no llevan a sus hijas, pero no se lo he dicho a mi mamá porque ella se cree quinceañera de veinticinco y así le daría la razón.

Como ya es costumbre, me desvie del tema. Estaba con que lleve a mi jefecita al medico y con lo de los chochos. La espere afuera, con la secretaria gorda y llena de maquillaje mirandome. He estado pensando en cambiar de medico, no me agrada la sobrina del doctor como secre. Me mira feo y hace caras cuando cree que no la estoy viendo. Le hace caras a todos, no solo a mi. Responde con una voz gruesa e impersonal, antes la secretaria era Estelita y ella si era un pan de dios. Atenta y amable.

Una hora de aguantar a la gorda de Marina, mientras habría su paquetito de Pingüinos Marinela, pastelitos de chocolate. Mi madre al estar esperando su turno, se los comió con la mirada... pero le daba miedo el tiburon detras del escritorio.

El doctor Vargas la llamo y me espere esa hora. Marina, yo y otras dos gentes. Temiamos que se acabara los pingüinos y empezara con nosotros.

Cuando salio mi madre, escuche al Doctor Vargas decirle que se encontraba en excelente estado, que se habia pasado por unos cuantos puntos lo de la azucar y que estaba cuidando bien lo de la presion. Que se mantuviera activa y no comiera pastelitos de mas. Cuando dijo eso, estela se lamia la crema de los labios. Mi madre escucho eso, miro a la gorda y salio echa una bala.

La segui y alcanze a escucharle: "Par de puercos. Ya quisiera el pendejo". Juro que a veces no se si llorarle o reirle.

1 comentario

Phineas -

Mis respetos, que buena bitácora. He de agregarla a mis ligas YA!

Saludos!